Tras haber hablado anteriormente de sus características generales, hoy en Martín Vecino explicamos con mayor detalle los diferentes tipos de puertas para refrigeración y congelación.

Tipos de puertas para refrigeración y congelación existentes

Como es normal, las puertas de las cámaras frigoríficas y de congelación necesitan tener unas características especiales que les permitan mantener la temperatura del recinto.

Pero además de cumplir su función de aislamiento, resistencia y estanqueidad, deben adaptarse a las necesidades de cada espacio.

Por eso, existen diferentes modelos de puertas para la apertura de este tipo de habitáculos.

Tipos de puertas para refrigeración y congelación más frecuentes

Puertas pivotantes

Estas puertas son ideales para todo tipo de instalaciones, tanto para grandes espacios como para más pequeños. Su grosor varía dependiendo de las necesidades de aislamiento y admite diferentes tipos de apertura.

Puertas abatibles

Suelen utilizarse en lugares refrigerados que tienen mucho tráfico de personas y carretillas, como los supermercados. Las hay con bisagras normales o con apertura de vaivén.

Puertas correderas

Pueden fabricarse en diferentes tamaños, alcanzando grandes dimensiones. Son una buena solución tanto para comercio y restauración, como para puertas de almacenes y cámaras grandes.

Puertas seccionales

Suelen instalarse en muelles de carga para tráfico de mercancías, optimizando el espacio superior de las naves.

Puertas rápidas frigoríficas

Este tipos de puertas para refrigeración y congelación están entre las más instaladas en lugares con gran tránsito de personas y máquinas. Es el caso de los almacenes y centros de logística de empresas de congelados y refrigerados.

Existen puertas frigoríficas rápidas enrollables, con una o dos lonas, que limitan las condensaciones de humedad y la formación de hielo.

Otros tipos de puertas

Puertas cortafuegos

Por último, dentro de los tipos de puertas para refrigeración y congelación, no podemos olvidar las puertas cortafuegos. Éstas sirven para evitar la propagación del fuego, también en zonas con ambientes fríos.

Además, existen también cortinas de aire, que se instalan junto a las puertas para evitar los cambios bruscos de temperatura y las cortinas de lamas, que cumplen el mismo objetivo.