Las puertas automáticas son un elemento fundamental en muchos edificios y establecimientos comerciales, proporcionando comodidad, accesibilidad y eficiencia energética. Sin embargo, como cualquier equipo, requieren de un cuidado adecuado para garantizar su óptimo funcionamiento y durabilidad. Uno de los factores que puede afectar su rendimiento es el clima; en particular, la lluvia. Hoy desde Martín Vecino explicamos cómo proteger las puertas automáticas frente a la lluvia.

Cómo proteger las puertas automáticas frente a la lluvia

Por un lado, el diseño y la ubicación de las puertas automáticas son elementos cruciales para protegerlas contra los elementos climáticos.

Un diseño adecuado debe incluir medidas para desviar el agua lejos de las puertas y evitar su acumulación. Por ejemplo, mediante el uso de techos o aleros que protejan las puertas de la lluvia directa, o pendientes en el suelo para asegurar que el agua se aleje de la zona de la puerta.

Por otro lado, la selección de materiales resistentes al agua para las puertas automáticas es también importante.

Así, el acero inoxidable y el aluminio son opciones adecuadas debido a su resistencia frente a la corrosión. Adicionalmente, los acabados de alta calidad pueden proporcionar una capa adicional de protección contra la lluvia y la humedad.

Al mismo tiempo, un mantenimiento regular es esencial para garantizar la durabilidad y el funcionamiento óptimo de las puertas automáticas.

En este sentido, las inspecciones periódicas permitirán detectar y reparar posibles daños antes de que se conviertan en problemas más graves. Por ejemplo, los sensores y los sistemas eléctricos deben revisarse y protegerse para evitar cortocircuitos y fallos debido a la humedad.

Otra medida eficaz para proteger las puertas automáticas de la lluvia es el sellado. Los selladores de silicona pueden utilizarse para cerrar cualquier espacio por donde pueda filtrarse el agua, protegiendo así las partes internas y mecánicas de la puerta.

Por todo ello, con pequeñas medidas es posible proteger nuestras puertas automáticas frente a la lluvia y otras inclemencias meteorológicas.